«¿No deberíamos ayudar a los niños y jóvenes a amar la tierra, antes de pedirles que la salven?» (David Sovel)

 

Hace ya unos cuantos días que os anuncié este post, y aunque mi intención era la de publicarlo hace un par de semanas, he preferido dejarlo para un día como hoy, 15M, en el que se organizan miles de Marchas Juveniles por el Clima en todo el planeta encabezadas por Greta Thunberg y su movimiento Fridays for Future. La razón, la educación ambiental puede cambiar nuestra perspectiva sobre la naturaleza y justamente de esto es de lo que trata Compartir la naturaleza. Juegos y actividades para reconectar con la naturaleza para todas las edades, de Joseph Cornell. Edita La Traviesa Ediciones.

El autor lleva más de 35 años trabajando por todo el mundo a favor de este tipo de educación, tanto en la formación de profesionales de educación ambiental al aire libre como en la organización de actividades para familias. Ha ideado una metodología,  el “aprendizaje fluido”, de manera que resulte sencillo para cualquiera ayudar a los demás a reconectar con la naturaleza de manera profunda y significativa.

Compartir la naturaleza. Juegos y actividades para reconectar con la naturaleza para todas las edades, viene a ser una especie de manual que nos permitirá conocer mejor la naturaleza y desarrollar una conciencia ecológica. Se divide en tres bloques.

El primero es el prólogo. En él participan personajes tan destacados como Richard Louv, Heike Freire y Tamarack Song. Además, en esta sección introductoria, se dedican algunas páginas a relatar la historia del propio libro.

 

 

A partir de ese punto comienza el desarrollo fundamental del libro. Cornell lo divide en dos partes. En la primera se nos explica en qué consiste el «aprendizaje fluido» y sus cuatro etapas: despertar el entusiasmo, enfocar la atención, ofrecer una experiencia directa y compartir la inspiración.

En la segunda parte, más práctica, se nos muestran juegos y actividades en la naturaleza, desde las propuestas más dinámicas hasta otras que nos invitan a pararnos a reflexionar y a escuchar la naturaleza. Para cada una de ellas se incluye un cuadro de referencia con el título, el concepto, las habilidades, cualidades y valores didácticos, el momento, lugar, número de personas, materiales y rango de edades.

El final del libro lo ocupan tres anexos: un listado de juegos y actividades en orden alfabético, el titulado «encuentra el mejor juego» y algunas pistas de animales para juegos de adivinanzas.

La obra se dirige a todo tipo de público, desde familias a centros educativos, profesionales, organizaciones ecologistas, asociaciones…

 

 

Volviendo al inicio del texto, y sobre las manifestaciones de hoy relacionadas con la necesidad de reaccionar frente al cambio climático, quisiera concluir con unas palabras de Heike Freire escritas en el prólogo de este libro:

«Despertar al activista en el corazón de cada ser humano requiere, según los estudios, mucho tiempo en la naturaleza, especialmente durante la infancia y la juventud,en compañía de un adulto capaz de compartir con el joven, su amor por la tierra. También son necesarias varias horas al día de juego espontáneo al aire libre, para asegurar el correcto desarrollo de los delicados organismos infantiles. Y es que, la salud del planeta, y nuestro propio bienestar, están estrechamente vinculados…»

 

 

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