«Se ha probado en la boa vila de Pontevedra el día 26 de febrero de 1965-. Que los gallegos de las Rías Bajas, los de Tuy y los del valle del Rosal, y otros con huertos recoletos en antiguas ciudades o en parques de pazos dieciochescos, tenían un amor oculto: la camelia.» (Cunqueiro. 1980)

El primer «Concurso Exposición Nacional de la Camelia» nació en la ciudad de Pontevedra, en el año 1965 en los Salones de la Diputación Provincial, durante los días 26 al 28 de Febrero. Este acto fue organizado por la Comisión Provincial de Información, Turismo y Educación Popular del Gobierno Civil y contó con la colaboración de la Diputación de Pontevedra y de varios ayuntamientos de la provincia. Tuvo una gran afluencia de público, que se incrementaría las ediciones de años posteriores. Se presentaron a este primer concurso un total de 140 conjuntos de flores, pertenecientes a 40 participantes, tanto españoles como portugueses. El premio más importante, fue el de la «Camelia de Oro» que valoraba el mejor conjunto de flores, independientemente de la variedad. Las otras modalidades de premios fueron al mejor conjunto de camelias blancas, rojas, rosas, atigradas, mejor conjunto artístico, y camelia de olor, quedando este último precio desierto ya que «solamente se tiene constancia de la existencia de una persona que afirmaba poseer camelias olorosas (de floración más temprana)».

Este Concurso-Exposición ayudó, sin lugar a dudas, a popularizar el cultivo de esta flor, y entre los objetivos más importantes del mismo, destacaron los de comercialización y difusión de su cultivo en Galicia, además de servir como punto de encuentro para todos los amantes de la camelia.

Al año siguiente el II certamen se convirtió en «Exposición Internacional de la Camelia» y se celebró en la ciudad de Vigo, continuándose en 1967 en Vilagardía de Arousa (Pontevedra). Desde entonces hasta la actualidad, el certamen ha rotado cada año entre estas tres ciudades de las Rías Baixas.

La famosa Avenida de las Camelias, una de las vías más importantes de la ciudad de Vigo, se inauguró el año del segundo certamen de la exposición, y en palabras del alcalde: «nuestra devoción a las camelias nos ha llevado a rotular una de las amplias y modernas vías de la ciudad con el sugerente y simbólico nombre de Avda. de Las Camelias».

Aunque el certamen mantiene la estructura y concepto inicial, a lo largo de su historia se han producido ligeras modificaciones en cuanto al tipo de premios así por ejemplo, en el año 1969 se otorgó un premio especial a TVE, por la retransmisión en directo del certamen, y la realización de varios reportajes sobre la flor, desde los inicios del concurso.

En 1974 y a lo largo de varios concursos se otorgaron los premios de camelia de oro, plata y bronce para homenajear a los expositores más destacados en concursos anteriores, siendo estos premios entregados ese año al recientemente fallecido Lesli Rigall «Camelia de Oro, Mercedes Pita Mon la «Camelia de Plata» y a Elena Zulueta la «Camelia de Bronce». El año 1978 se caracterisó por dos innovaciones curiosas, un premio de árboles «in situ» que se otorgó a Torres Agrelo y un premio de nuevas plantaciones que obtuvo la Finca Vista Alegre.

En 1980, se da un premio a la presentación científica a Robert Gimson por ser la primera vez que se presentan las camelias con letretos identificativos de la variedad, y en 1995, la marcha Chanel concedió un premio a la mejor camelia blanca a Mercedes Fonterosa.

En el año 1988 se incorporó el premio Antonio Odriozola para honrar la memoria de este pontevedrés que realizó una gran labor para la difusión de la camelia y fue durante años el impulsor del concurso. En su primer año este premio fue entregado a Margaret Gimson por la mejor flor identificada con el nombre del cultivar. A partir de entonces y durante algunos años no consecutivos el premio fue concedido individualmente con su nombre o bien en conjunto con la camelia de Oro que tomaba el nombre de Camelia de Oro «Antonio Odiozola», cambiando en cada certamen ligeramente el concepto por el que se otorgaba. A partir de 2004 el premio se uniformó y se da a la flor identificada botánicamente, que mejores características presenta de entre las que optan expresamente a ese premio.

A partir de 2004, se otorga el premio de la Asociación Española de la Camelia al concursante más destacado entre los que participan por primera vez.

Importantes artistas y escritores, como Alvaro Cunqueiro, también participaron de manera destacada y contribuyeron a aumentar el éxito de la exposición, así, en el año 1980, recitó en los salones de la Diputación Provincial de Pontevedra su poema y cantó a la flor- Memoria, viaje y elogio de la camelia- que fue incluido en el folleto informativo de la exposición y publicado en el Faro de Vigo. El Ayuntamiento de Vigo quiso honrarlo una vez más en el año 1996 dedicándole un folleto para el Concurso Exposición celebrado en el año 1996.

A lo largo de su historia ha pasado por altos y bajos, más y menos difusión, pero actualmente sigue siendo un punto de referencia para cultivadores y aficionados que acuden todos los años a participar o solo a observar las últimas novedades cultivadas en nuestra tierra. Este concurso tiene una serie de particularidades que identifican la forma de exponer los cultivadores gallegos más allá de nuestras fronteras y que se ha ido expandiendo y reflejando en las demás exposiciones que se celebran en otros puntos de nuestra geografía.

En general, las exposiciones de camelias en otros países están formadas por flores individuales o como mucho de pequeños grupos homogéneos. Por ello, sin duda, la particularidad que más llama la atención de los extranjeros que nos visitan en la gran variedad de flores que participan y el elevado número de flores que constituyen cada uno de los lotes que son expuestos, lo que hace que nuestra exposición sea gratamente sorprendente y llamativa.

Otras exposiciones celebradas en Galicia

El auge e interés que el cultivo de esta flor suscita ha provocado que en lso últimos años se hayan promovido otras exposiciones a lo largo de nuestra comunidad e incluso ya fuera de ella de igual belleza, pero cada una con un sello muy característico que las diferencia entre sí. Actualmente son varias las exposiciones que tienen lugar en Galicia, algunas de ellas poseen ya una destacada trayectoria y otras son de reciente creación.

 

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