A la mayoría de nosotros, cuando nos hablan de orquídeas, se nos viene a la cabeza la imagen de una flor blanca o rosada a la venta en los centros comerciales. No debería de ser así, existen multitud de variedades, tamaños, flores, en maceta o sin ella… y un mundo de expertos y aficionados a su alrededor.

 

 

Un buena oportunidad para comprobarlo por nosotros mismos es visitando una exposición de orquídeas. Los gallegos ( y vecinos)  tenemos la suerte de que Salvaterra de Miño (Pontevedra) organice anualmente la Feria Internacional de Orquídeas. Se ha celebrado este último fin de semana… ¡y allá nos hemos ido!

 

 

 

 

Llegamos a la feria sobre las 11:15 de la mañana del domingo. Acababa de abrir, un momento fantástico para recorrer los puestos de orquídeas con calma, observando las miles de plantas procedentes de Galicia, otras partes de España y de Portugal.  A medida que transcurría la mañana, la carpa se iba llenando de «curiosos» que abandonaban el evento con una o varias orquídeas en la mano. No es de extrañar, sería difícil no caer en la tentación con tanta variedad y ese agradable ( para mí) olor a «verde». Yo misma, sin ir más lejos, me he traído un par de recuerdos. Uno de ellos es la conocida como orquídea de chocolate, Encyclia phoenicia, que perfuma ahora nuestra casa, y que he adquirido en el puesto de los portugueses Viveiros Costa. Otro de mis antojos, y que sirve como «experimento» para toda la familia, ha sido el «bebé» orquídea Bulbophyllum gracillinum, de Flora del trópico. Estamos muy ilusionados con él e impacientes por ver como evoluciona. Si todo va bien (¡crucemos los dedos!) os lo mostraremos a través de un post más adelante.

 

 

 

Ya fuera del recinto de orquídeas, un respiro en la cafetería al aire libre, y vuelta a la carga. Esta vez, en el Jardín Botánico de Orquídeas del Parque de A Canuda, que alberga unas 150 especies y cuenta con información (en paneles) sobre las orquídeas y su mantenimiento. También nos detuvimos en la colección de rosales y plantas medicinales del parque.

 

 

 

 

Esta visita ha renovado al 100% mi interés por las orquídeas. En este tipo de exposiciones se puede confirmar que existen muchas orquídeas de aspecto ligero, con pequeñas flores y discretos colores (más allá de la idea convencional que muchos manejan sobre su colorido), lo que me ha animado a seguir investigando sobre estas especies. Por suerte, a partir de ahora, no será difícil acceder a este mundillo, gracias al asesoramiento y formación que ofrecerá la recién creada Asociación Galega de Afeccionados as Orquídeas ( ORQUIGAL). Un punto más a valorar positivamente de la asociación, y que me ha gustado especialmente, es su interés por las orquídeas silvestres gallegas, de las que existen 39 especies, y que se podrán visitar in situ gracias a su dedicación.

 

 

 

 

 

 

 

Dicho todo esto, ya tenéis aquí algunos datos prácticos que os pueden facilitar vuestros comienzos en la búsqueda de información sobre la adquisición y cultivo de las orquídeas. Espero que os sean útiles.

 

 

Añadir comentario