«El laberinto es a la vez un jardín y un antijardín. Es un jardín porque en él se avanza por entre setos rodados, como en un camino normal. Es un antijardín porque se avanza «a ciegas» y ello va en contra de la gran aspiración del jardín, que es ofrecer una representación de la naturaleza dominada por el intelecto.
Así, el laberinto da a su visitante una lección de valor y de prudencia: la naturaleza conserva su misterio y a él le toca contener la sonrisa.»
Michel Baridon en Paisajistas, jardineros y poetas. Los jardines ( Siglos XVIII-XX)
Los laberintos han sido siempre un elemento muy utilizado en los jardines, tanto históricos como contemporáneos. Se sabe de su existencia ya en los jardines medievales, también en el Renacimiento y en el Barroco (se popularizó en el siglo XVII). En un primer momento la finalidad de su diseño era la simple contemplación del mismo, con un carácter simbólico y místico. A veces se trataba de sencillos dibujos realizados a modo de grabados en la hierba (Baridon nos habla de laberintos efímeros en campos de cereales que intrigaban al público y provocaban su curiosidad). Con el tiempo, fueron aumentando su complejidad y convirtiéndose ya en juegos, con un mayor o menor grado de dificultad, a los que se sumaban otros objetos como esculturas, bancos, jarrones o fuentes.
Queremos mostraros hoy 10 ejemplos de laberintos gallegos que merece la pena visitar. Todos pertenecen a diferentes épocas y contextos, además de contar con muy diversos elementos en su interior.
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Parque de Belvis.
En el parque de Belvís (Santiago de Compostela) podemos disfrutar de tres laberintos. Inicialmente se utilizaron más de 1.500 camelias. Ocupan 4.000 metros cuadrados y alcanzan el 1,80 metro de altura.
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Jardín del laberinto.
En el Jardín del Laberinto de O Cebreiro (es el primer quiet garden de España) encontramos un laberinto de boj inspirado en el diseño de la catedral de Canterbury. Su geometría contrasta con el paisaje natural que lo rodea.
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Laberinto de San Fructuoso.
Un jardín creado recientemente con un laberinto de boj contemporáneo. Actúa de filtro entre una zona más natural (la de las huertas) y otra más urbana. Se sitúa detrás del Pazo de Raxoi en Santiago de Compostela.
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Laberinto del Monte de San Pedro.
Con unas magníficas vistas al mar, el laberinto del Monte de San Pedro ocupa 2000 metros cuadrados con diversas plantas mediterráneas.
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Laberinto del Pazo de Quinteiro da Cruz
El Jardín de Excelencia Internacional del Pazo Quinteiro da Cruz (Ribadumia) posee un laberinto de grandes dimensiones. Allí se disfruta de una manera particular de la multitud de variedades de camelia con las que cuenta dicho jardín.
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Laberinto del Pasatiempo de Betanzos.
En la planta baja del Parque del Pasatiempo de Betanzos podemos encontrar un laberinto de tuyas con forma circular. Hace tiempo allí se hallaba otro de boj del que no quedan restos. Encontraréis más información sobre este jardín en el artículo «El Pasatiempo de Betanzos».
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Laberinto del Pazo de Tor
Hace poco os hablábamos de él en el artículo «Laberinto de piedra del Pazo de Tor«. Se trata del extraordinario laberinto de losas de pizarra del Pazo de Tor, en Monforte de Lemos.
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Laberinto del Pazo Quiñones de León.
En el jardín francés del Pazo Quiñones de León, junto a su camelia Matusalén y en la parte posterior del museo, existe un laberinto de boj histórico. El conjunto, en el que también hay una fuente de piedra, es maravilloso.
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Pazo de Oca, laberinto de boj y laberinto de camelia.
Los jardines del Pazo de Oca pueden presumir de contar con dos laberintos bien distintos: uno de camelias y otro de boj. El primero, más reciente y de gran altura, cuenta con un recorrido de ida y vuelta superior a un kilómetro. El diseño del parterre del segundo se asemeja al azulejo de la catedral de Canterbury.
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¿Conocéis algún laberinto gallego más? Compartidlo con nosotros, estaremos encantados de añadirlo a la continuación del listado que hoy os mostramos.