Algunos datos curiosos sobre la zarza (Rubus ulmifolius).
La zarza es un arbusto espinoso, resistente y difícil de someter que crece de forma enmarañada formando en su conjunto setos impenetrables de diferentes alturas.
Una curiosidad muy interesante, al llegar la primavera, la zarza se transforma en una planta móvil: “si la registráramos a «cámara rápida» [fotografía a intervalos y proyectado como una película] veríamos que los turiones operan como exploradores que investigan el entorno mientras escriben, con pausada caligrafía aérea, el deseo de encontrar el soporte apropiado para sus ansias expansionistas. Aunque el movimiento no es perceptible a simple vista, es mucho más rápido que el de la mayoría de las plantas y ¡puede llegar a los cinco centímetros diarios!» (citado del libro Herbari: viure amb les plantes).
Aunque no es lo habitual en nuestro entorno, puede emplearse en jardinería. Se utiliza como fondo o pantalla del jardín, o como seto que limita una parcela. También es posible moldearla para hacer distintas intervenciones “artísticas”; por lo tanto, no sólo los aficionados a la mermelada de mora rastrean por entre sus enzarzados ovillos.
Nuestras silvas o zarzas comparten familia, la Rosaceae, con plantas ornamentales conocidas por todos nosotros. Los rosales, del género Rosa, son un ejemplo de ello. También lo hacen con muchos de nuestros frutales: manzanos, cerezos o perales forman parte de esta gran familia.
Es un espectáculo disfrutar del colorido de este arbusto cuando llegan sus frutos allá por el mes de agosto. Frutos, por cierto, ricos en vitaminas A, B1, B2, C, E, y en minerales como potasio, fósforo, hierro, sodio, magnesio… Por motivos como estos y otras propiedades, las moras constituyen un beneficio para nuestra salud, principalmente como sustancia antiinflamatoria, diurética, antiséptica, febrífuga, cicatrizante, laxante y analgésica.
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¿Y quién no recuerda su importancia literaria o simbólica? En el Éxodo, la zarza ardiendo fue la forma en la que Dios se apareció a Moisés en el monte Horeb, encomendándole la misión de liberar a los hebreos de la esclavitud de los egipcios. Os dejo de pasada algunas imágenes del interés de Marc Chagall por ese pasaje bíblico. Al verlas se me ha ocurrido que quizás el trazo de Chagall tenga también algo de trama de zarza (y aplíquese, a partir de esta idea, lo que las zarzas hacen con la piel -de quien quiere atravesarlas- a nuestra mirada sobre su obra).
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Tarta de moras «de la abuela».
Jesús
Muy buena explicación. Indudablemente es muy interesante en el estudio Bíblico, conocer la planta que escogió Dios para rebelarse a Moisés. Muchas gracias.
galicianGarden
Gracias a ti por seguirnos!
Edelmira Anchondo Arzaga
Gracias, muy sustancioso tu texto. Me sirvió mucho. Felicidades!
galicianGarden
Nos alegra mucho que te haya ayudado. ¡Gracias por el comentario!
johnner jesus figueroa mendoza
mui bueno me gusto mucho
Giselda rosario
Me encantó porque pude entender
La razón que Dios tuvo para elegir esa planta
acxel marquez
munchas gracias por la explicacion me gusto mucho