Ya os hemos hablado en una ocasión de las características de la zarza o Rubus ulmifolius, silva en gallego. Hoy queremos centrarnos en su cualidad más deliciosa, las moras.

 

Las moras.

Están formadas por varias drupas (polidrupa) dispuestas en racimos, dentro de las cuales se encuentran las semillas (una dentro de cada esfera).

Forman parte de la dieta de numerosos animales silvestres y constituyen un alimento muy saludable para las personas. Nos aportan hidratos de carbono y numerosas vitaminas. Son antioxidantes y bajas en calorías. ( De estas características también os hablamos en nuestro post dedicado a la zarza)

En el momento que alcanzan una coloración entre púrpura y negro, hacia finales de agosto, ya están listas para comer.

 

 

 

La receta: Tarta de moras «de la abuela».

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A toda la familia, año tras año, nos entusiasma la recogida de moras. ¡Nunca falla! En esta ocasión, además de las que devoramos durante la recogida, y a diferencia del verano pasado, sí quedaron algunas para hacer el pastel.

 

 

L@s niñ@s habían elegido una receta de pastel de moras que aparecía en uno de sus libros. Una edición muy divertida del libro de Caperucita Roja, editado por Dibbuks, ilustrado por Sergio García y guionizado por Lola Moral. Lo compramos en uno de nuestros viajes pasados, junto a otro libro del que ya os hablamos aquí, el de Maleza viva de Gemma Pellicer.

 

 

Así que al llegar a casa, nos pusimos manos a la obra para elaborar nuestra particular versión de la receta de la Tarta de moras de la abuela (la abuela de Caperucita, por supuesto ;)).

 

Ingredientes.

 

 

 

Elaboración.

 

Empezamos por la base. Mezclamos la harina con el azúcar formando una especie de volcán. En su interior vertemos el huevo batido, la mantequilla y la ralladura de limón. Amasamos. Dejamos descansar la masa (con forma de bola) envuelta en film transparente dentro del frigorífico.

Mientras tanto, aprovechamos para preparar el relleno. Aunque la receta del libro nos recomendaba aportar igual cantidad de moras que de azúcar, nosotros hemos decidido rebajar la cantidad de este último para que no empalagara demasiado.

Una nota importante, se aconseja mezclar las moras con el azúcar y dejarlas en la nevera la noche anterior a la elaboración de nuestra tarta. A partir de ahí, se pone a fuego lento, junto con el limón. Añadimos la maicena y removemos durante unos 20 minutos. Después, de manera opcional, podemos completar también con almendras.

¡Sólo nos quedan un par de pasos más!

Estiramos bien la masa con un rodillo y cubrimos nuestro molde con ella. Vertemos la mermelada y con la masa sobrante adornamos la cubierta. Barnizamos la masa con la yema.

Y ahora, al horno (precalentado) durante 30 minutos y a una temperatura de 180 grados.

Una última curiosidad. Nosotros solemos utilizar en los postres azúcar moreno y harina de trigo semi integral.

 

 

¿Qué os ha parecido? ¿Os apetece compartir con nosotros vuestros postres de moras?

 

 

Comentarios

  • maru
    Responder
    septiembre 6, 2018

    que pintaza ten esta tarta! terei q sair a buscar moras pra facela!

    • galicianGarden
      Responder
      septiembre 7, 2018

      ¡Gracias! Saír a pasear pola natureza é sempre moi gratificante. Se ademáis podemos aproveitar para coller algunhas moras (ou outros froitos, dependendo da tempada), entón xa se converte nun plan perfecto, sobre todo se temos nenos na casa.

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