Aunque parezca mentira, a pesar de tener en Galicia parques, jardines y espacios verdes por todas partes, en ocasiones no encontramos allí tantos pequeños como uno se espera. Sólo aparecen grandes grupos de niños si se trata de algún tipo de reunión o celebración planificada… el resto de los días no acuden tantos. Quizás esto se deba a que muchos padres prefieren espacios acotados, controlados (aunque esto implique que estén pavimentados, que la afluencia de gente por metro cuadrado sea excesiva…). Cada uno está en su derecho de decidir a dónde lleva a su hijo a disfrutar una tarde, bien es verdad, pero pensemos en que no deja de ser injusto que ya desde tan temprano aplacemos su encuentro con la naturaleza.

Os aconsejo la lectura de un artículo que Familias en Ruta publicó hace ya algunos años, donde exponían un listado de las 27 cosas que deberían haber experimentado tus hijos antes de cumplir los 6 años, redactado por educadores de escuelas infantiles danesas. Un listado de experiencias sencillas y comunes, donde priman las actividades realizadas en contacto con la naturaleza, el juego libre y espontáneo.

¿a qué esperáis para probarlas?

• Trepar árboles
• Jugar en la hierba
• Saltar charcos
• Caerse al agua
• Caminar descalzo sobre la nieve
• Trepar hasta un nivel del que no seas capaz de bajar
• Ver un renacuajo convertirse en rana
• Comer alimentos de la naturaleza
• Columpiarse en una cuerda
• Oir el canto de un ave
• Rodar colina abajo
• Construir un refugio
• Probar el sabor de la arena y de la tierra
• Embarrarse y que le limpien con una manguera
• Pescar
• Construir una presa en un río
• Hacer volar una cometa
• Ir en trineo
• Escuchar los sonidos del bosque y del océano
• Oler el suelo de un bosque
• Oler la lluvia
• Saber lo que es la vida y la muerte
• Escuchar historias sobre el mundo salvaje
• Experimentar cualquier tipo de metereología
• Explorar la playa, un bosque, un campo, un prado
• Encontrar hielo en los charcos
• Sostener un pez u otra criatura