Hace un par de meses, al pasarme por una librería de Madrid me llamó la atención un libro titulado Maleza Viva cuya portada se ilustraba con estas mismas plantas. Ya dentro, curioseando el libro, vi que en la última página llevaba adosado un pequeño sobre con semillas de flores silvestres, así que sin pensármelo dos veces me compré un ejemplar.
De camino a casa comencé a investigarlo un poco más. El libro da inicio así:
Maleza viva, de Gemma Pellicer y editado por Jekyll & Jill, es un libro de microrrelatos que según su editorial “baraja formas sentenciosas, narrativas y poéticas con otras dialogadas propias del microteatro. Su título remite a esa maraña de vivencias y sueños que supone toda existencia.”
Se divide en dos partes:
En la primera, “Puntos de Luz”, se describen escenas de distintos personajes como el tentetieso, el alquimista o la vagabunda. Ésta es la primera de sus brevísimas narraciones:
LEVE REALIDAD
La luz se emborrona para dar paso a lo real. Fugaz y leve, se abre camino al fin, entre brumas matutinas, el turbio esplendente, dudoso día
“Herbolario» es la segunda parte de Maleza Viva. En esta sección tomamos conciencia del paso del tiempo y de diversos elementos y motivos naturales.
EMBOSCADA
Y, entre tanto, la luz abriéndose paso
una vez más, empeñada en alimentar
y fermentar cualquier atisbo de vida
que sea capaz de arraigar [ de enraizar,
brotar y erguirse, de prosperar en suma]
entre rastrojos y hojarasca.
Como veis, Maleza Viva contiene muchos de los ingredientes favoritos para los amantes de la naturaleza. Su lectura es muy agradable, os aseguramos que una vez que comienzas no podréis parar hasta terminarlo.
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Sobre las semillas, aquí tenéis el resultado de su siembra: amapola y achicoria.
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