• El primer jardín de la historia consistió en un huerto efímero creado en el medio de un bosque, de hecho hoy en día se sigue «ajardinando» el bosque a través de la permacultura (Forest Gardening).
• Contemplar nuestros bosques como si se tratara de jardines nos ayuda a comprender su verdadera fragilidad y la necesidad de cuidarlos.

• Cientos de jardines históricos han sido acompañados por bosques durante siglos.
• Ambos ofrecen refugio a la biodiversidad.
• Porque con nuestros jardines hemos terminado estableciendo una especie de bosque intermitente.
• Porque en Galicia es relativamente fácil que un jardín un tanto descuidado se convierta en un bosque.

• Porque a veces no es importante el cómo llamamos a las cosas sino la relación que mantenemos con ellas: el disfrute en ambos es similar, estamos en contacto con la naturaleza y nos dejamos llevar.
• La evolución de las comunidades vegetales en un bosque nos permite conocer a gran escala la evolución de nuestros propios jardines.
• A ojos de un niño, los dos son el escenario de un mismo juego en el que plantas, palos, insectos, etc… son el atrezzo perfecto.
• Porque a veces se trata de una simple cuestión de perspectiva: los bosques son jardines inmensos.

Estas son sólo algunas de las razones, pero como siempre, podéis añadir las vuestras!