Todos aquellos que cuidamos de un jardín, realizando sencillas acciones, podemos crear efectos positivos en la biodiversidad de nuestro entorno. ¿Cómo hacerlo? Según Amy Fleming, aplicando los consejos de Mark Fellowes (profesor de ecología en University of Reading, especialista en interacciones entre humanos y vida silvestre, así como en ecología urbana). Nos los explica en su artículo More birds and bees, please! 12 easy, expert ways to rewild your garden, publicado en The Guardian.
Estas son las 12 medidas en cuestión que paso a resumiros:
1. Alimenta a los pájaros con comida que no atraiga a los intrusos
Alimentar a las aves es una de las formas con las que podemos comunicarnos con la naturaleza. En los meses más fríos del año, además, las ayuda a sobrevivir. No ocurre lo mismo si lo hacemos en la época de reproducción, pues puede atraer a depredadores como urracas o ardillas, por ejemplo.
Existen comederos a prueba de este tipo de intrusos ideales para nuestro jardín. Aunque siempre tenemos la opción de ofrecerles alimento que no les guste a sus depredadores.
2. Mantén limpios los comederos
Si no limpiamos a menudo los comederos de pájaros, cabe la posibilidad de que, en caso de que algún ave esté enferma, propague esta enfermedad. Fellowes recuerda en su artículo cómo, en una ocasión, la población inglesa de jilgueros se vio afectada por tricomoniasis debido, probablemente, a su propagación a través de comederos de pájaros.
3. Instala cajas nido
Tener cajas nido en los jardines es maravilloso, nos permite incluso la posibilidad de poner microcámaras para ver cómo nacen los polluelos. La conexión con la naturaleza, en este sentido, se incrementa enormemente.
Los materiales de estas cajas pueden ser variados, siendo las más habituales las de madera. Pero este material no está libre de inconvenientes: otro tipo de animales, como pájaros carpinteros, podrían atacarlos (aunque, que por otro lado, esto ya sucede de en la naturaleza). Las realizadas con otro tipo de materiales pueden pasar desapercibidas y ser mucho más duraderas.
Más allá del material empleado, otro aspecto a tener en cuenta es que las dimensiones de las cajas también varían dependiendo de la especie que queramos atraer.
Debemos limpiarlas al final del año.
4. No a los insecticidas
Las aves necesitan alimentar a sus polluelos con insectos. Las aves urbanas, por ejemplo, tienden a tener menos descendencia que las del campo, probablemente debido a la menor cantidad de insectos disponibles en la época de reproducción. Si eliminamos todos los insectos de nuestro jardín no tendrán alimento. Tal vez no sea mala idea no eliminar el pulgón en algunas plantas, atraerán a insectos como mariquitas y beneficiará a los pájaros del jardín.
5. Plantas para invertebrados
Debemos introducir en el jardín variedades de plantas que atraigan a los invertebrados, especialmente mezclas de especies nativas, porque son aquellas en las que los insectos tienen más posibilidades de alimentarse.
Elegiremos, por lo tanto, plantas con flores que necesitan ser polinizadas por abejas, abejorros, polillas, mariposas…. Y asegurándonos de que la floración se suceda a lo largo de las estaciones.
6. plantas para orugas
Algunos de los insectos que más visitan nuestros jardines son, al principio, orugas. Si dejamos una parte del jardín con plantas de las que se puedan alimentar estaremos fomentando su supervivencia.
En ocasiones, las plantas de las que se alimentan son ortigas, hiedras, zarzas…. especies consideradas como «malas hierbas» y que, por lo tanto, no gozan siempre de buena estima en nuestros espacios verdes. Sin embargo, es aconsejable dejar un rincón salvaje para ellas en nuestros jardines.
7. crea un estanque
Un aspecto importante para que los jardines rebosen de vida es instalar un estanque: pájaros, sapos, ranas, libélulas…. se beneficiarían de ello. Si no es posible crear un estanque, bastaría incluso con dejar un pequeño recipiente con agua como, por ejemplo, un simple cubo.
8. no al cÉsped
El césped no es una solución ecológica para el jardín, pues al ser fertilizado, regado y cortado continuamente, no ayudará a absorción de CO2, sino todo lo contrario. Unas solución alternativa puede ser plantar pequeñas superficies de diferentes especies perennes tapizantes, de menor crecimiento y más sostenibles.
9. abraza las malas hierbas
Si no deseas que las hierbas no deseadas inunden tu jardín, es preferible aumentar la densidad de las plantas ornamentales, antes que cubrir espacios con corteza u otra superficie. Si aparece alguna planta silvestre por el medio, ¿por qué eliminarla? Un diente de león puede ser un excelente regalo para los insectos polinizadores. No se trata de dejar todo el jardín inundado por especies silvestres, lo ideal es intentar llegar a un equilibrio.
10. No envenenes A las babosas
Muchos de los productos que se aconsejan en el jardín para eliminar babosas pueden llegar a matar a otros animales como, por ejemplo, los erizos. Lo ideal es optar por soluciones más ecológicas. Recordemos que las babosas son el alimento de escarabajos, anfibios, aves y otros pequeños mamíferos.
11. Si tienes gato, ponle un cascabel
Después de varios estudios sobre gatos domésticos en Reino Unido, se calculó que éstos mataban alrededor de 185 millones de presas al año . Los gatos domésticos ocupan el tercer lugar a nivel mundial entre las especies exóticas que amenazan a los vertebrados (podemos hacer un cálculo de las presas que se comen, teniendo en cuenta que los gatos traen a casa sólo del 20% al 30% de sus presas).
Se recomienda mantener a los gatos en el interior, especialmente en las horas punta de caza (al amanecer y al anochecer). Además, un cascabel en el collar puede ayudar a disminuir el número de depredaciones que realiza.
12. deja montones de poda en el jardín
Puede ser para hacer compost o, simplemente, para apilarlas a fin de que se pudran (en este último caso, también se pueden utilizar montones de madera más gruesa). Con el paso de los días, se convertirán en un refugio de pequeños mamíferos, anfibios e invertebrados como los ciempiés, las abejas, los escarabajos o los gusanos.
Estas son las medidas básicas que Amy Fleming nos facilita para convertir nuestro jardín en una pequeña reserva natural. Ahora sólo queda ponerlo en práctica. ¡Mucho ánimo!
Imagen portada: Kentchurch Court Garden
Imagen agua: Gardener’s World