Inspirándose en los jardines del Alcázar de Sevilla y el Generalife granadino, Sorolla diseñó el jardín de su casa madrileña, hoy Museo de Sorolla. Un jardín que llegó a ser el modelo o motivo principal de muchos de sus cuadros pintados entre 1916 y 1920.

Estas pinturas, que gozan de una clara ejecución libre, muestran en su mayoría un ambiente familiar y doméstico. Fueron realizadas por Sorolla como «ejercicio» de relajación para el pintor mientras realizaba una serie de lienzos encargados por la Hispanic Society.

Aquí os mostramos uno de los últimos lienzos realizados antes de sufrir la hemiplejia (primavera de 1920) que daría fin a su carrera como pintor. En ella podemos observar un ángulo de los jardines segundo y tercero del actual Museo Sorolla, separados por las columnas que se observan a la izquierda, además de una butaca de mimbre de la que se servía el artista para pintar.

 

Y si queremos disfrutar de estos cuadros en directo, algo que recomendamos absolutamente, no dejéis de visitar la exposición «Sorolla. Un jardín para pintar», abierta al público hasta el 15 de octubre en el Caixa Forum de Sevilla.

 

 

Fuente: Museo Sorolla

 

Añadir comentario