Es probable que muchos de los lectores de este post hayan estado cerca -o incluso en el interior- del Parque (o Monte) de O Castro, en Vigo, sin saber que reúne unos valores históricos y botánicos de auténtica relevancia. Esta gran zona verde del centro de la ciudad no es sólo un lugar idóneo para practicar deporte,  jugar o tomar un aperitivo. Os animo a recorrer conmigo este texto descubriendo algunos datos que seguro os sorprenderán.

Comencemos con los primeros apuntes. Quizás sean estos los más «obvios», pues una vez que visitas el parque y ves las murallas, el castro… es fácil intuir que algún evento histórico, memorable, tuvo que ocurrir en ese espacio natural. Allí nos topamos, nada menos, con los restos de un poblado castreño (hoy musealizado) datado entre los siglos III a.C. y II d.C. Según los especialistas, este sería el origen de la ciudad de Vigo, el punto en donde se habrían asentado sus primeros pobladores.

Atravesando siglos de historia sin salir del parque, debemos detenernos a continuación en el S. XVII. A esa época pertenece su fortaleza, una parte del sistema defensivo de la ciudad conformado por ésta, por la fortaleza de San Sebastian y por otras murallas ya desparecidas. La importancia de la muralla del parque fue variando en función de cada época, siendo testigo de varias invasiones desde el mar (en el parque, por ejemplo, se ubican tres anclas y varios cañones, restos de la popular Batalla de Rande). Hoy está protegida legalmente por el Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Bajo la misma se dice que existieron pasadizos que comunicaban distintos puntos de la ciudad y en los que se vivieron escenas trágicas durante la Guerra Civil Española. La fortaleza original es hoy un precioso mirador a la ría (recordemos que el parque de O Castro se encuentra en un montículo, a unos 80 metros de altura desde el nivel del mar).

¿Y qué decir de su valor en el ámbito de la botánica? Del lugar inicial, cubierto de lo que conocemos como vegetación de «monte bajo» -característico de las zonas costeras-, poco queda. A lo largo de los años han sido plantadas numerosas especies ornamentales que han ido cambiando el paisaje de O Castro, y alcanzando una edad y portes de categoría. Algunos de ellos se pueden disfrutar recorriendo la senda botánica diseñada para tal fin,en la que se incluyen más de 30 especies de árboles frondosos.

Un dato sin duda importante, y que conviene destacar, es que el Parque de O Castro pertenece a la Ruta de la camelia junto a otros once jardines públicos y privados gallegos (podéis ver más información al respecto en este enlace). De manera que allí podréis encontrar una importante muestra de camelias, la mayor parte de origen portugués y con variedades de Camellia japonica como “Masayoshi”, “Dona Jane Andersen” o “Pomponia Estriata Portuensis”.

Aquí os dejamos un mapa del parque editado por la Sociedad Española de la Camelia. En él figuran las especies botánicas (incluidas las camelias) más relevantes. Os animamos a recorrer la senda que nos proponen y a conocer un poquito más este rincón verde de Vigo… o lo que es lo mismo: a conocer un poco más de la historia de Galicia y de su naturaleza en un mismo «museo» al aire libre.