A lo largo de este tiempo juntos os hemos enseñado jardines de varios tipos. Algunos destacan por sus parterres, otros por su estilo asilvestrado, por sus esculturas, por su colección de plantas… El que os mostramos hoy más que un jardín, es «lo que queda» de un jardín. Pero aquello que ha perdurado en el tiempo es de tal singularidad e importancia que creemos que merece ser admirado e incluido en nuestra guía de jardines.

Os hablamos del laberinto de piedra del Pazo de Tor, en Monforte de Lemos (Lugo), diseñado en el siglo XVIII por un arquitecto italiano del que desconocemos su nombre.

 

 

 

 

Como veis, en su material está la diferencia. El laberinto suele ser un elemento decorativo muy utilizado en el jardín desde hace siglos, principalmente en boj. En Galicia, recientemente también se han utilizado setos de camelia con este fin, buenos ejemplos podemos encontrarlos en el Pazo de Oca, el Pazo de Quinteiro da Cruz o también en el parque de Belvís de Santiago de Compostela.

Lo que no es tan habitual es ver losas de pizarra en su lugar. La de este laberinto barroco delimitan caminos de 50 centímetros de anchura y espacios, entre ellos, de unos 15 centímetros sobre el suelo. Nos dicen que en estos últimos había plantados rosales enanos y plantas de hoja ancha.

El laberinto está dividido en cuatro «circuitos» en forma de espiral. Cuenta con un par de entradas por cada lado, si seguimos uno de los caminos llegamos a un estanque central de piedra circular. De allí salen, de nuevo, tres caminos, sólo uno de ellos, el válido, se dirige al estanque central del siguiente circuito, y así sucesivamente hasta recorrer los cuatro.

 

 

El laberinto solía servir como pasatiempo infantil, aunque su función, como ya os hemos adelantado, también era (y es) decorativa.

Otro dato interesante sobre el jardín: se tiene constancia de que en el terreno en donde se ubica el laberinto existió un jardín inglés, hoy totalmente desaparecido.

 

Sobre el Pazo de Tor

 

Visitar el Pazo de Tor permite recorrer tres siglos de historia (sus orígenes se remontan al s. XVIII) a través de sus estancias, intactas desde que su última propietaria, María de la Paz Taboada de Andrés y Zúñiga -quien lo habitó hasta los años 90- lo donara a la Diputación de Lugo. Esta fue su condición para que el pazo pasara a ser un museo: la casa debía permanecer tal y como ella la dejó. Así, podemos ver en su interior los muebles de distintas épocas, lavabos de porcelana inglesa, piezas históricas de diferentes países y materiales… el salón de juegos, los dormitorios o su capilla.

Uno de sus tesoros es la biblioteca, con más de 2900 volúmenes. Y no podemos dejar de hablar de otra joya, el ejemplar de la primera edición de la Carta geométrica de Galicia, publicada en 1845 por el geógrafo Domingo Fontán. Su tamaño y minuciosidad de detalles es impresionante.

Ya fuera del edificio principal del Pazo, existen unas construcciones que albergan exposiciones permanentes con antiguos carruajes de caballos y diverso material relacionado.

 

 

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Si deseáis visitar el Pazo de Tor podéis hacerlo de martes a domingo. Suelen disponerse cuatro visitas diarias, guiadas y gratuitas, en  horario de  11:00, 12:30, 16:30 y 18:00 horas. Podéis reservar vuestra visita en el teléfono 982 16 55 34.
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Agradecemos a Silvia, nuestra guía, la agradable visita. Seguro que volveremos.
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