«Porque dado que mi jardín me es fiel, debo, a mi vez, serle fiel a él, y ayudarle a ser aún más hermoso, a manifestar el esplendor del mundo con más fuerza, con una voz aún más clara. Como si algún día dicha voz pudiera convertirse por fin en la mía.»

Un libro breve pero rotundo: Siete historias escritas por el poeta y jardinero Teodor Cerić (Sarajevo, 1972), en las que nos muestra su particular visión sobre siete jardines diferentes, a los que suma una coda final en donde nos habla del suyo propio. Se trata de Jardines en Tiempos de Guerra (Editorial Elba), un ensayo que Marco Martella ha editado a partir de los relatos de Cerić. Todos ellos forman un «conjunto coherente» que nos permite «leer entre líneas la vida del autor durante sus años de vagabundeo« mientras que en Sarajevo, su país natal, ha estallado la guerra.

Las Tullerías, el jardín de Painshill, junto a los jardines de Samuel Beckett y Derek Jarman son algunos de los protagonistas. Precisamente a este último pertenece el primer relato del libro. Desde mi punto de vista, la mejor manera de empezar (he escrito ya sobre ese jardín en un par de ocasiones, una en este blog: Derek Jarman y su jardín de Prospect Cottage).

 

 

Jardines en Tiempos de Guerra está lleno de ingredientes delicados y muy acertados. En sus poco más de 100 páginas Teodor Cerić nos regala algunas frases maravillosas y también nos deja entrever su pensamiento ecológico, que deduzco de su gusto por los jardines naturalistas, poco intervenidos y también por aquellos jardines que pasan desapercibidos. Sus palabras nos permiten ver estos jardines como un medio ideal para transmitir una cultura humanista.

«Siempre he tenido predilección por los jardines pequeños, especialmente aquellos de los que se habla poco o nada en absoluto, y que quedan a resguardo  por el olvido o la negligencia de los hombres.»

Si a todo esto le añado que en la cuarta página del tercer relato (en el que habla sobre el jardín de Beckett) leo la frase «Un césped no es más que un desierto biológico!, decía mi patrona , citando al célebre paisajista francés Gilles Clément«, entonces ya puedo decir que Jardines en Tiempos de Guerra engloba muchas de mis referencias de cabecera en lo que respecta al jardín.

De todas las perlas que nos brinda, me quedo con esta frase que la editorial ha reproducido también en su contraportada:

«Si disponemos de poco tiempo, si alrededor de nosotros el mundo vacila y la muerte, en todas sus formas, avanza, lo único que podemos hacer  es transformar una parcela de tierra, no importa cuál, en un lugar acogedor, un lugar que acoja más vida.»

Y yo añadiría… y si no es así, ¡también!

Dicho todo esto, un dato importante que seguro os interesa saber. Marco Martella, editor de la revista Jardins  y de otro gran libro, El jardín perdidoha reconocido que tanto Cerić como Jorn de Precý (el supuesto autor de este último libro que os comento) son sus heterónimos.

 

 

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