No es la primera vez que os hablo de las muchas posibilidades que tenemos de ajardinar un espacio a pesar de no tener un jardín propiamente dicho. Hoy en día, inclusive, está muy en boga en las grandes ciudades el aprovechamiento de cualquier pequeña esquina en un hogar para en él crear nuestro “jardín” particular. Una tendencia de la que, por otro lado, nuestros abuelos podrían ya darnos muchas lecciones.
Hoy os traigo un ejemplo concreto, el balcón de Conchita, una gallega que vive en un apartamento del barrio londinense de Kentish Town, muy cerca del popular mercado de Camden Lock. Su balcón, en la tercera planta del bloque de edificios, acoge lo que para ella es sin duda un pequeño paraíso verde.
Entre sus plantas encontramos un poco de todo: geranios, begonias, gladiolos, plantas crasas, clivias….incluso calas! Pero como en todo buen jardín tampoco puede faltar el rincón de las aromáticas con malvas, tomilllo, albahaca, perejil, romero o hierba luisa y, por supuesto, la pequeña huerta con fresas y tomates.
Un ejemplo, sin duda, de que si se quiere, se puede (tener un jardín).
Y sólo una cosa más, como os decía, este pequeño paraíso está reservado a ella (y a sus allegados, claro) pero no por ello deja de sumar el encanto que todo jardín posee al lugar en el que se encuentra: sus flores también alegran el día, con toda seguridad, al resto del vecindario.