Es sabido que muchos jardineros hablan a sus plantas para que éstas crezcan con más vigor. Dentro de esa interacción tan particular entre los seres humanos y el mundo vegetal debería existir una categoría especial que recoja propuestas como la que vamos a comentar en este post, música que suena «para el deleite de las plantas» (de la relación inversa, la música que las plantas ofrecen a las personas, ya os hemos hablado aquí hace un tiempo).

El pasado 22 de junio fue emitido por streaming el Concierto para el bioceno, una iniciativa del artista Eugenio Ampudia, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, la Galería Max Estrella y que fue comisariada por Blanca de la Torre.

 

 

En este concierto inusual se ha escuchado la obra Crisantemi de Puccini, interpretado por el cuarteto de cuerda UceLi Quartet. Recordemos que esta pieza fue compuesta en 1890 en honor a Amadeo de Saboya (segundo hijo del rey Víctor Manuel II). Su fallecimiento causó una gran conmoción en Puccini, quien compuso el cuarteto en una sola noche. El nombre de Crisantemi, se debe a que estas plantas, los crisantemos, están profundamente ligados a los ritos funerarios. Una pieza con nombre de planta, por lo tanto, para plantas, pues la performance ha contado con un público particular, cuarenta especies vegetales representadas por 2.292 plantas procedentes de varios viveros del entorno de Barcelona. Y no sólo para ellas, sino también para las plantas de nuestras casas (de ahí el streaming).

 

 

El proyecto surge, según el artista que lo concibió, de la observación de la naturaleza durante el confinamiento: “Veía cómo las plantas crecían a mi alrededor y pensé que a lo mejor me puedo relacionar de otra manera con la gente, con las personas y también con el resto de seres vivos. Y cuando se me planteó el Liceu, pensé en dejarlas entrar como malas hierbas y colonizar el teatro, convertirlo en algo vivo incluso cuando no hay personas” (sic).

La verdad, sería maravillosa esa última opción de la conquista de un espacio como el Liceu de Barcelona por parte de las plantas, casi al modo de un lienzo de Hubert Robert (de él os hablamos hace unos días en el post titulado #porlanaturaleza).

La finalidad de Ampudia no era otra que hacernos reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza, intentando situar al mundo vegetal en un plano de igualdad con los seres humanos. Quién sabe si el autor pudo alcanzar este ambicioso objetivo, pero lo que sí es seguro es que las imágenes del resultado son muy conmovedoras y desde luego que invitan a reflexionar sobre la ecología y lo que estamos haciendo con nuestro planeta.

 

 

Para culminar el acto, las plantas han sido entregadas a distintos profesionales sanitarios del Hospital Clínic de Barcelona. Habrá que preguntarles a sus nuevos propietarios si, tiempo después, sus plantas les reclaman alguna otra obra de Puccini.

 

 

Fuente: La Vanguardia.

 

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