Las guías ilustradas suelen ser un recurso estupendo para resolver dudas cotidianas sobre nuestro entorno natural. Hoy quiero hablaros de dos ejemplos que nos interesan especialmente: Inventario ilustrado de los árboles e Inventario ilustrado de flores.
Ambos están escritos por Virginie Aladjidi e ilustrados por Emmanuelle Tcchoukriel. Forman parte de la colección Faktoría K De Libros (sección ciencia), de la editorial Kalandraka. Colección en la que se incluyen además otros inventarios de insectos, dinosaurios, aves… también muy interesantes (de ellos os hablaremos en otro momento).
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Inventario ilustrado de los árboles.
Comprende 57 especies arbóreas, exóticas y del país, entre las que se encuentran coníferas, frondosas y palmeras. Los datos que ofrece son muy precisos, dan cuenta de todo tipo de anotaciones relevantes como la altura promedio de cada especie, su longevidad u otras muchas curiosidades. La ilustraciones muestran también una minuciosidad equiparable en cuanto a su tono realista, muy similar a la de los antiguos inventarios, bajo una ejecución en la que se combina el empleo del rotulador, la tinta china y la acuarela.
Además de todo esto, incluye, al inicio del libro, una clasificación de hojas tremendamente útil, realizada en función de su forma y posición; así como una muestra de cada tipo de corteza. Junto a estas indicaciones, unas acertadas notas que explican la importancia de los árboles y de los bosques para nuestro planeta.
Inventario ilustrado de flores.
Formula un recorrido por 62 plantas con flores de todas las partes del mundo, silvestres y cultivadas. Entre las segundas se encuentran muchas de las que vemos a diario en nuestros jardines o macetas, y de las que poco o nada sabemos, exceptuando su nombre común. Las flores aparecen clasificadas siguiendo un patrón cromático.
Ente los datos que contiene encontramos, además del nombre común y científico de cada flor, su altura, época de floración, procedencia… Y como en el caso del inventario de árboles, ilustrativas curiosidades que nos permiten descubrir aplicaciones medicinales o culinarias de cada flor o advertencias sobre su nivel de conservación. En las ilustraciones (creadas por Tcchoukriel bajo la misma técnica que en el inventario de árboles) se observan no sólo las flores, sino también sus hojas o raíces, así como la fauna asociada a las mismas.
Virginie Aladjidi abre el libro con un texto introductorio en donde la autora compendia las partes de la flor, además de explicarnos su proceso reproductivo a través de la polinización o los modos de crecimiento.
Tanto el Inventario de árboles como el de flores son guías recomendadas a partir de los 6 años y para todo aquel que desee iniciarse en el universo de la botánica.
Por último, me permito una pequeña sugerencia. Aunque el número de especies que descubriremos con estas dos publicaciones es elevado, por evidentes motivos prácticos siempre quedarán otras muchas por inventariar: os animo a completar las guía con un cuaderno de campo. En breve os mostraré un ejemplo de cómo dar forma a nuestros propios inventarios personales.
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Los inventarios están disponibles en la página web de Kalandraka y en castellano, gallego, portugués y catalán.
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OTROS ENLACES DE INTERÉS:
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