Así como un alpinista desea alcanzar la cima de la montaña para premiar su esfuerzo, los turistas que visitamos la Ribeira Sacra buscamos, finalmente, asomarnos a lo alto de alguna de las laderas del cañón del Sil para premiar nuestra mirada al contemplarlo en su amplitud. En ese momento creamos un paisaje, la imagen junto a la emoción que nos transmite. La emoción es fundamental para crear ese paisaje, por lo tanto, las condiciones ambientales que rodeen ese punto estratégico desde el que observamos condicionarán esa sensación (para bien o para mal). Por eso creo que es importante que el «balcón» que ejerce como mirador no interfiera demasiado, con sus materiales o su disposición, en la experiencia.

 

A Cividade

El de A Cividade es un buen ejemplo de mirador integrado en el entorno. Se proyecta hacia el cañón discretamente. Llegamos a él  por un corto camino peatonal en curva, de forma que el aparcamiento queda aislado visualmente del mirador. Una vez allí, al asomarnos, el paisaje nos envuelve.

A Cividade se ha construído sobre una de las orillas más agrestes del cañón del Sil, en Sober (provincia de Lugo). Desde allí podemos abarcar unas amplias vistas del territorio. Estas características hicieron que el lugar fuera escogido por el Centro Gallego de Arte Contemporánea (CGAC) para llevar a cabo una experiencia de revalorización del paisaje de la Ribeira Sacra. El proyecto fue encargado a la paisajista Isabel Aguirre (directora de la Escuela Gallega de Paisaje y autora, junto a Álvaro Siza, del Parque de Bonaval), quien en 2007 diseñó la plataforma de acero corten con piso de madera de pino nórdico, que sustituiría al antiguo mirador. La estructura tiene 30 metros de longitud, con una anchura en la parte frontal de 7 metros, que se eleva unos 4,5 metros desde el suelo (y a cientos de metros del río Sil). Las tonalidades y materiales se escogieron para pasar desapercibido entre la roca de la ladera y encajar así con los valores paisajísticos y culturales de la Ribeira Sacra.

 

 

 

Precisamente, la Ribeira Sacra ha sido catalogada como LIC (Lugar de Interés Comunitario), por lo que el respeto  a estos valores es crucial para su protección y conservación. En las paredes verticales de la garganta, en la que existe una variada vegetación de clima mediterráneo (que contrasta con la vegetación atlántica que lo rodea),  anidan, por ejemplo, aves rapaces fundamentales en la biodiversidad de la zona. No es de extrañar, por lo tanto, que Aguirre se preocupase por facilitar, con su diseño, el disfrute de los elementos sonoros del paisaje como el rumor del viento y de los árboles, o el canto de los pájaros. Ideas que refuerzan, como anotamos al principio, la experiencia de la contemplación.

 

 

 

 

las vistas

Desde el mirador de A Cividade podemos ver el último tramo del embalse de San Esteban. Tras él, la provincia de Ourense (el cañón del río Sil sirve de límite entre las provincias de Lugo y Ourense) con una de las estribaciones de la sierra de Meda y la comarca de Terra de Caldelas. Dependiendo de la época del año en la que lo visitemos, el paisaje podrá verse aderezado con los hilos de agua formados por diversos riachuelos que descienden por las laderas para desembocar en el Sil.

 

Un lugar idóneo, por lo tanto, para dejarse llevar por las vistas y para disfrutar de experiencias como la de observar allí una puesta de sol. Todo esto, si el miedo a las alturas os lo permite. Para quienes padezcan de vértigo, os aconsejo «vivir» el cañón del Sil, por ejemplo, un poco más abajo, navegando en el catamarán que recorre sus aguas.

 

 

En el artículo Pasarela del Río Mao en la Ribeira Sacra: un paseo entre las nubes  descubriréis otra localización más que no os podéis perder de la Ribeira Sacra.

 

NOTA: La imagen en la que se aprecia el perfil del mirador pertenece a la web https://turismo.ribeirasacra.org

 

 

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